Los escudos derribados en Apex Legends pueden absorber cifras valiosas de daño cuando estás caído y una variante de nivel cuatro te permite revivir. Sin embargo, un jugador de Apex encontró otra utilidad para los escudos de derribo: rebotar balas contra los enemigos.
Un video publicado en Reddit ayer muestra a un trío entrenando en el campo de tiro. Uno de ellos está disparando a sus amigos con el rifle de francotirador Kraber, de alta potencia. Tras derribar a uno de los jugadores, disparó otro tiro. En un golpe de suerte, la bala se desvió por el escudo de derribo y volvió de regreso a la dirección de donde venía, a solo centímetros de la cabeza del francotirador. El desvío eliminó por completo el daño del proyectil.
La causa de este hecho es desconocida por ahora. Las y los jugadores conjeturan que la activación de un escudo de derribo otorga una pequeña ventana de tiempo en la que puede desviar las balas. Otro video, publicado el mes pasado, muestra un escenario similar y parece confirmar esa hipótesis. Sin embargo, no está claro si es una característica intencional o si se trata solo de un error.
Es poco probable que el fenómeno pueda ser aprovechado. Suponiendo que la causa es la activación del escudo poco después de ser golpeado, la ventana de invulnerabilidad probablemente sea demasiado pequeña para usarse de manera consistente. Solo funcionaría contra armas de fuego lento, como el Kraber y posiblemente la escopeta Peacekeeper.
Otras armas semiautomáticas, como el G7 Scout o el Longbow, no tienen intervalos excesivamente largos entre sus disparos. La velocidad de disparo más alta permite a los jugadores castigar a los enemigos que intentan activamente usar sus escudos para desviar las balas.
Al activar y desactivar su escudo repetidamente, las leyendas abren una ventana de vulnerabilidad durante la cual no tienen ningún equipo de protección. Puede funcionar con el rifle de francotirador Kraber de disparo lento, pero tratar de aprovecharlo contra armas más rápidas, como el R-99 y el R-301, probablemente conduciría a una muerte segura.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés por Pedro Peres el 9 de diciembre de 2019.
